Vuelve a contarme eso que me decías ayer; vuelve a decirme que ese tortazo que te dieron ayer era un beso hastiado, un beso roto sin sabor, un beso sin serlo; vuelve a contarme… simplemente, cuéntame para que cuando plasme tus penas en papel, de manera inmediata, se borren de tu mente; cuéntame, pronunciaba mientras te hacías la que no escuchabas, o la que no quería escuchar; cuéntame…
¡Puf! ¿Sabes cuánto duele el tortazo de una persona a la que amas?, ¿sabes lo que se siente cuando te pega ese amor personificado? – preguntaba “la mujer” a eso que llamamos “felicidad”-. Dame una respuesta y creeré en ti. Felicidad, ¿Existes o te inmiscuyes cuando intento descubrirte? Quiero sentir, quiero que veas que yo también puedo volar hacia más allá de la tristeza. ¡Estoy aquí! Yo también sé existir…
Brillaré en ti cuando te des cuenta de que el beso hastiado no es más que un tortazo; brillaré en ti cuando sepas que un insulto no es una palabra malsonante; brillaré en ti cuando descubras y admitas que eres una mujer maltratada; brillaré en ti cuando puedas brillar por ti misma y no estés subordinada al diablo. Haz todo esto que digo para que yo pueda volver a eso que nunca debí abandonar: tu cuerpo, tu vida, tu familia – se expresaba “la felicidad”-.
¡Soy una mujer maltratada!, ¿me escuchas? No sé si estoy, si estaré o si nunca he estado, pero lo que sí sé es que quiero estar, y creer en que estaré. Y tú, tú que estás ahí viendo mi pena y te ríes, te digo: ¡déjame estar y no me quites la vida por el mero hecho de que no te haga bien la comida, o que estés cansado de trabajar y tengas que pagar tu mal conmigo!, ¡déjame ya! ¿Tú por tu lado y yo por el mío?, ¿existen dichos lados? En fin, al menos sé que puedo construirlos… y… ¿Adiós? Sí, adiós.
Adiós… te he querido pero ya no te quiero; te he admirado pero ya soy libre de tu machismo; te he deseado pero ahora te detesto… te detesto… siempre te detestaré… adiós… y… ¡HOLA!
Hola, ¿qué tal? Hacía tiempo que ya no nos veíamos, ¿no? Te echaba de menos, por eso no quiero volver a perderte, ¡no me abandones! Ahora, ahora sí sé que existes. Ahora, ahora soy feliz.
Emmanuel Rojas Benítez.
BESO SIN SABOR
Author: Emmanuel Rojas / Etiquetas: texto
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Bien, ya hemos inaugurado nuestro blog!!! :D
a ver si esto sigue para adelante!! ^^
muy bonito lo que has escrito :)
jejejeje... GRACIAS!!! ha sido el primer texto... pero debemos publicar muchos mássss... y veremos si la gente quiere colaborar.
Publicar un comentario