Me estremezco
al sentir tus labios

subiendo por mi cuello,

explorando mi garganta
hasta llegar a mi boca.

Tiemblo

cuando rozas mi piel
con tus delicadas manos

y trazas el mapa de mi cuerpo
que de memoria conoces,

te abrazo
desapareces

la oscuridad
mi habitación en penumbra,

mi cama vacía

que te extraña

y pregunta por tí.




Un cuerpor cálido

que se apriete junto a mi,

caricias que salgan
de un instinto salvaje,
besos a flor de piel

que alimenten mi sed,

sed que me ahoga

y que me quema la piel,
piel sin guardián

mas que la soledad.





Abandonamos Nunca Jamás

para no volver,

para crecer,

y lo perdimos para siempre .



MªÁngeles Aguilar













1 comentarios:

Emmanuel Rojas dijo...

q bonito Mª Ángels!

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